martes, 24 de junio de 2008

Una de cal, una de arena *

Esta mañana, después de un mes sin computadora, me la devolvieron intacta después de un intenso service. El reencuentro fue muy emotivo, nos abrazamos al borde del llanto, se hizo extrañar la sonsita. Lo primero que hice fue conectarme, me dí cuenta que extrañaba esto de comunicarme con el mundo exterior desde la cama.
Pero la emoción duró muy poco, específicamente hasta el momento en que el portero me hizo entrega de la “correspondencia”. Mi proveedora de banda ancha, que no tiene por que hacerse cargo de mi situación, me mandó la factura como todos los meses.
Sr. Fibertel, necesito decirle algo: una cosa es que me cobre un servicio que por cuestiones mías no pude utilizar, otra muy diferente es que me triplique el costo sin ningún aviso ni explicación.
En este momento estoy escribiendo la carta de queja. Señores o me bajan la tarifa o va a arder Troya. He dicho.

* Nunca supe cual es la buena y cual es la mala, tienen alguna idea?